martes, 16 de agosto de 2011

Datos Técnicos: Oviedo - Santiago de Compostela

Etapa 1: Oviedo - La Espina



Fecha del track: 10.8.2011
Tiempo inicial: 07:39:29
Tiempo final: 16:00:47
Tiempo total del track: 8h 21m 18s
Tiempo ascendiendo: 4h 53m 59s
Tiempo descendiendo: 2h 13m 27s
Tiempo en llano: 1h 13m 52s
Elevación mínima: 41 m.s.l.
Elevación máxima: 656 m.s.l.
Elevación media: 218.6 m.s.l.
Diferencia máxima: 615 m
Total ascenso: 2655 m
Total descenso: 2194 m
Elevación inicial: 188.6 m.s.l.
Elevación final: 649 m.s.l.
Elevación balanceada: 460.4 m
Velocidad mínima: 0.6 km/h
Velocidad máxima: 34.4 km/h
Velocidad media ascendiendo: 8.3 km/h
Velocidad media descendiendo: 13.8 km/h
Velocidad media en llano: 11.1 km/h
Velocidad media: 10.3 km/h
Distancia total en llano: 61.4 km
Distancia total real: 61.9 km
Distancia ascendiendo: 28.7 km
Distancia descendiendo: 23.7 km
Distancia en llano: 9.5 km

Puntos difíciles:

Alto del Escamplero (Km 12,50 a 14,00 aprox)
Subida a Las Regueras (Km 17,80 a 18,80 aprox)
Alto del Fresno (Km 26 a 33 aprox)
Alto de Porciles (Km 54 a 59 aprox)




Etapa 2: La Espina - Grandas de Salime




Fecha del track: 11.8.2011
Tiempo inicial: 07:31:35
Tiempo final: 17:33:28
Tiempo total del track: 10h 01m 53s
Tiempo ascendiendo: 5h 43m 42s
Tiempo descendiendo: 3h 11m 36s
Tiempo en llano: 1h 06m 35s
Elevación mínima: 249 m.s.l.
Elevación máxima: 1141 m.s.l.
Elevación media: 709.8 m.s.l.
Diferencia máxima: 892 m
Total ascenso: 2735 m
Total descenso: 2781 m
Elevación inicial: 614.6 m.s.l.
Elevación final: 568 m.s.l.
Elevación balanceada: -46.6 m
Velocidad mínima: 0.8 km/h
Velocidad máxima: 51.1 km/h
Velocidad media ascendiendo: 9 km/h
Velocidad media descendiendo: 20.4 km/h
Velocidad media en llano: 11.5 km/h
Velocidad media: 12.9 km/h
Distancia total en llano: 86.7 km
Distancia total real: 87.1 km
Distancia ascendiendo: 34.9 km
Distancia descendiendo: 43.1 km
Distancia en llano: 9 km

Puntos difíciles:

Alto de Puliares (Km 12 a 17 aprox)
Alto de Porciles (Km 31 a 34 aprox)
Alto de Lavadoira (Km 35 a 37 aprox)
Puerto del Palo (Km 42 a 54 aprox)
Alto de Lago (Km 61 a 64 aprox)
Subida a Grandas (Km 81 a 86 aprox)




Etapa 3: Grandas de Salime - O Cádavo




Fecha del track: 12.8.2011
Tiempo inicial: 07:49:05
Tiempo final: 23:58:02
Tiempo total del track: 16h 08m 57s
Tiempo ascendiendo: 5h 18m 41s
Tiempo descendiendo: 9h 21m 14s
Tiempo en llano: 1h 29m 02s
Elevación mínima: 542 m.s.l.
Elevación máxima: 1122 m.s.l.
Elevación media: 852.2 m.s.l.
Diferencia máxima: 580 m
Total ascenso: 1974 m
Total descenso: 1852 m
Elevación inicial: 561.8 m.s.l.
Elevación final: 683 m.s.l.
Elevación balanceada: 121.2 m
Velocidad mínima: 0.9 km/h
Velocidad máxima: 37 km/h
Velocidad media ascendiendo: 7.8 km/h
Velocidad media descendiendo: 16.5 km/h
Velocidad media en llano: 10.9 km/h
Velocidad media: 10.7 km/h
Distancia total en llano: 50.8 km
Distancia total real: 51.2 km
Distancia ascendiendo: 22.6 km
Distancia descendiendo: 22 km
Distancia en llano: 6.6 km

Puntos difíciles:

Subida a la Farrapa (Km 0 a 2 aprox)
Puerto del Acebo (Km 3 a 12 aprox)
Subida a A Fonsagrada (Km 24 a 25 aprox)
Subida a ruinas de Montouto (Km 32 a 35 aprox)
Alto de Fontaneira (Km 41 a 44 aprox)
Monte da Matanza (Km 47 a 47,50 aprox)




Etapa 4: O Cádavo - Sobrado dos Monxes



Fecha del track: 13.8.2011
Tiempo inicial: 07:53:07
Tiempo final: 20:14:38
Tiempo total del track: 12h 21m 31s
Tiempo ascendiendo: 4h 42m 47s
Tiempo descendiendo: 6h 23m 41s
Tiempo en llano: 1h 15m 03s
Elevación mínima: 375 m.s.l.
Elevación máxima: 871 m.s.l.
Elevación media: 545.3 m.s.l.
Diferencia máxima: 496 m
Total ascenso: 2331 m
Total descenso: 2572 m
Elevación inicial: 733.6 m.s.l.
Elevación final: 492 m.s.l.
Elevación balanceada: -241.6 m
Velocidad mínima: 0.8 km/h
Velocidad máxima: 36.8 km/h
Velocidad media ascendiendo: 10.2 km/h
Velocidad media descendiendo: 18.3 km/h
Velocidad media en llano: 13.4 km/h
Velocidad media: 13.5 km/h
Distancia total en llano: 88 km
Distancia total real: 88.3 km
Distancia ascendiendo: 34.4 km
Distancia descendiendo: 41 km
Distancia en llano: 12.9 km

Puntos difíciles:

Alto das Penas (Km 0 a 4, aprox)
Subida a Monte Pedroso (Km 48 a 53 aprox)
Subida a Monte do Bullo Grande (Km 64 a 74 aprox)




Etapa 5: Sobrado dos Monxes - O Pedrouzo/Arca



Fecha del track: 14.8.2011
Tiempo inicial: 07:59:13
Tiempo final: 13:25:01
Tiempo total del track: 5h 25m 48s
Tiempo ascendiendo: 2h 18m 37s
Tiempo descendiendo: 2h 17m 15s
Tiempo en llano: 49m 56s
Elevación mínima: 228 m.s.l.
Elevación máxima: 575 m.s.l.
Elevación media: 387 m.s.l.
Diferencia máxima: 347 m
Total ascenso: 1328 m
Total descenso: 1551 m
Elevación inicial: 509.9 m.s.l.
Elevación final: 286 m.s.l.
Elevación balanceada: -223.9 m
Velocidad mínima: 0.8 km/h
Velocidad máxima: 49.6 km/h
Velocidad media ascendiendo: 9.3 km/h
Velocidad media descendiendo: 15.3 km/h
Velocidad media en llano: 11 km/h
Velocidad media: 11.8 km/h
Distancia total en llano: 45.9 km
Distancia total real: 46.2 km
Distancia ascendiendo: 17.3 km
Distancia descendiendo: 22.2 km
Distancia en llano: 6.7 km

Puntos difíciles:

Subida a O Coto (Km 2 a 5, aprox)



Etapa 6: O Pedrouzo/Arca - Santiago de Compostela




Fecha del track: 15.8.2011
Tiempo inicial: 07:52:53
Tiempo final: 10:14:24
Tiempo total del track: 2h 21m 31s
Tiempo ascendiendo: 1h 00m 14s
Tiempo descendiendo: 52m 38s
Tiempo en llano: 28m 39s
Elevación mínima: 183 m.s.l.
Elevación máxima: 395 m.s.l.
Elevación media: 319.3 m.s.l.
Diferencia máxima: 212 m
Total ascenso: 708 m
Total descenso: 635 m
Elevación inicial: 183.2 m.s.l.
Elevación final: 256 m.s.l.
Elevación balanceada: 72.8 m
Velocidad mínima: 0.4 km/h
Velocidad máxima: 49.8 km/h
Velocidad media ascendiendo: 9.7 km/h
Velocidad media descendiendo: 15.8 km/h
Velocidad media en llano: 12.3 km/h
Velocidad media: 12.2 km/h
Distancia total en llano: 21 km
Distancia total real: 21.2 km
Distancia ascendiendo: 8.5 km
Distancia descendiendo: 9.4 km
Distancia en llano: 3.3 km

Puntos difíciles:

Subida al Aeropuerto Lavacolla (Km 4,5 a 7, aprox)
Subida al Monte do Gozo (Km 11 a 13, aprox)

lunes, 15 de agosto de 2011

Resumen Etapa 6: O Pedrouzo / Arca - Santiago de Compostela

Kms Etapa: 21,10
Kms Total: 355,28
Tiempo Mov: 1h 49min
Tiempo Parado: 32min
Vel Max: 37,7
Media Mov: 11,6
Media Total: 8,9

La última de las etapas ha sido una despedida del Camino, de la gente que he conocido, de las malas experiencias, y también de las buenas. Amanecía gris en Arca, y a las 0800h abandonaba el albergue como el último peregrino. Hoy he apurado al máximo y he esperado que todos los peregrinos se fueran. No tenía ninguna prisa, porque Laura aún tardaría en llegar a Santiago. He aprovechado para ir a lavar la bicicleta y las alforjas en una gasolinera, para luego engrasarla y llevarla limpita a Santiago.

Después, despacio a acometer los últimos kilómetros del Camino, sorteando oleadas de peregrinos a pie. Me he cansado de dar los buenos días, de desear "Buen Camino". Hoy tocaba. Para un próximo Camino Francés en bicicleta es necesario un timbre. Es imprescindible.

Del trayecto destacar la subida al aeropuerto de Lavacolla. Y poco más. He ido adelantando a los patigrinos que he ido conociendo estos días y deseándoles lo mejor. Ha sido emotivo. Luego la subida al Monte do Gozo. Digo subida porque la palabra monte lleva aparejada una subida pero realmente no se aprecia en bici. No hay tal subida.



Con Laura en la Plaza del Obradoiro me he dejado caer para llegar a Santiago y ver como me estaba esperando. No he podido evitar emocionarme. La llegada desde el Camino Francés es muy emotiva, con el sonido de una gaita que hace que en unos instantes rememores todo lo vivido en el Camino. No hay nada mejor y más cálido que el abrazo de tu mujer, de tu pareja y de lo que más quieres en el mundo mientras recuerdas lo vivido y lo sufrido. Y gracias también a mi suegro, que nos ha acompañado en esta jornada.




Luego hemos subido a recoger la compostela (que ilusión, la segunda, jejeje) y a celebrar con una merecida mariscada la llegada, con el runrun en la cabeza del próximo...el próximo tiene que ser con Laura.



Cada Camino es diferente. Cada Camino tiene su sentido, sus anécdotas, su vida propia, circunstancias que le hacen incomparable con otro anterior. De este destaco la dureza, la exigencia de las primeras jornadas, y la soledad con la que me he enfrentado, creo que excesiva, creo que inmerecida. También destaco la madurez con la que lo he afrontado, con la experiencia del anterior, sin sobresaltos, con tranquilidad, con sosiego y calma.

Cada Camino es diferente, pero te enseña que lo bonito de cada jornada lo llevas tú dentro, y depende de como gestiones su belleza, dependerá su recompensa. Cada camino es diferente, pero tiene un nosequé que te atrapa, y en su red, vuelves como un bucle a preparar el siguiente...

Gracias a todos una vez más. A mi mujer y a mi hija, por ser las muletas cuando me he sentido cojo, por ser mis ojos cuando ya me había vuelto ciego. Gracias a mi familia, a mi hermano por amenizarme mis ratos malos, a mis padres por estar mirándome en la televisión de GH, por esos ánimos diarios. A mis amigos, Pulga y Eskinas, por apoyarme desde el principio al fin, y a todos vosotros que aunque no os nombre, que se seguíais mis andanzas. A los que habéis comentado, porque cada una de vuestras palabras me ha generado sonrisa y ánimo. Y a los que no habéis comentado, porque sólo con vuestra lectura me dábais apoyo. Es muy gratificante saber que algo que haces es seguido por gente conocida y anónima, por gente que te aprecia, aunque sea un poco. No lo merezco y me siento orgullosísimo. Espero haberos entretenido aunque sólo fuera un ratito cada día.

Si en alguna cosa pudiera ayudaros, dándo más detalles o alguna aclaración, no dudéis en preguntarme. Será un placer ayudaros, si puedo.

Gracias otra vez. Hasta siempre.

Ultreia et suseia!

Etapa 6: Monte do Gozo


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Etapa 6: Santiago a la vista... O no!


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domingo, 14 de agosto de 2011

Resumen Etapa 5: Sobrado dos Monxes - Pedrouzo

Kms Etapa: 46,60
Kms Total: 334,18
Tiempo Mov: 4h 11min
Tiempo Parado: 1h 14min
Vel Max: 48,4
Media Mov: 11,1
Media Total: 8,6

La etapa de la purificación.

La noche no ha sido de las mejores de mi vida. Evidentemente, las comodidades de una cama en un monasterio no han ayudado a que tuviera mi mejor descanso. Pero seguramente no tenga la culpa ni las dimensiones de la cama, ni tampoco el concierto de roncadores en do menor que tuvo lugar en la habitación. Antes de dormir me encontraba nervioso. Así que es probable que fuera esa la razón. Los nervios por todo lo vivido, y los nervios por acabar en breve el Camino. Seguramente.
Me he despertado con los patigrinos, porque aunque hagan esfuerzos para no hacer ruido lo cierto es que es prácticamente imposible no advertir su presencia hasta las siete. Aun así, me he levantado a la misma hora que alguno, que se toman su camino muy pero que muy tranquilamente.




Después de desayunar en la cocina y dar ánimo a tres chicas que tenían más ganas de irse corriendo a casa que seguir la ruta, me he dispuesto a empezar esta mi penúltima etapa. En Sobrado llovía. El día plomizo. Aun así, hoy sin GPS puesto que había variado la ruta, me he dispuesto a buscar las flechas amarillas. Ne era difícil. En Galicia están por todas partes. Desde Sobrado a Arzúa se puede definir el trayecto como un paseo. Lo de hoy no tiene nada que ver con las etapas que he dejado atrás. Aunque se trata de un sube-baja constante, se puede hacer de forma tranquila y sin sufrimientos.



En poco más de una hora y media me he plantado en Arzúa, donde se unen el Camino del Norte y el Camino Francés. Durante el primer trayecto he ido adelantando a los patigrinos que han salido pronto de Sobrado, pero a partir del km 15 he hecho el camino solo. Hoy domingo si que no habían puesto ni las carreteras cuando he llegado a Arzúa. La entrada en el camino Francés es evidente, puesto que pasa gente constantemente.




Una marea, un goteo continuo de peregrinos. No importa la hora. Simpre los hay. Entre que me paro más adelante a desayunar y busco un lugar idóneo he ido tirando, tirando y cuando me he querido dar cuenta ya estaba en la siguiente aldea. Se me había olvidado icluso sellar. Hoy domingo es difícil encontrar algo abierto que no sea un bar, por lo que para no parecer un cutrillo siempre un sello te cuesta un acuarius.

Después de pasar As Barrosas, Raido, Preguntoño, Cortobe, A Peroxa, Ponteladrón y Tavernella sin que hubiera un sitio para sellar, me he parado en Calzada, en un bar que han plantificado por y para los peregrinos, a pie de Camino. Un cafelito y un sello. Allí he estado hablando con un chico que había salido de O Cebreiro. Me ha dicho que podría parar en Perouzo para quedarme a unos 20km de Santiago. Mi idea era incluso pararme antes, en Santa Irene.
Desde Calzada a Pedrouzo, más de lo mismo. Toboganes con ligeros ascensos que luego se convertían en cómodos descensos. Eso, e ir diciendo "Buenos Días" y "Buen Camino" de forma constante y repetitiva. Recuero a Eskinas diciendo que le molaría tener una grabación para no tener que ir diciéndolo constantemente....Hoy ya he visto unos cuantos bicigrinos. Los hay como los patigrinos: de todo tipo. Los hay que sólo van por carretera, los hay que van sin alforjas, los hay que incluso van sin bici. Esos son los más guays. Raros de ver, pero los más guays.
Después parar en Santa Irene y hablar con una mujer que me ha aconsejado llegar a Pedrouzo se ha puesto a llover más fuerte. Entonces, como en algún género literario, sentía como si me hubiera purificado de todos los sufrimientos de los otros días. Aunque mi hermano me haya querido bautizar como "sufrigrino", e incluso se lo agradezco, lo cierto es que este apelativo es demasiado grande. El peregrino lleva intrínseco el sufrimiento, por lo que no puede hablarse de sufrimiento sin entender al propio peregrino. Veo a gente muy cascada que ni se queja. Intentaremos tomar ejemplo...

A las 1130 he llegado a Pedrouzo, con la intención ya de quedarme. Es un pueblo, como todos los que están en el Camino Francés, que vive de esto. Mil pensiones, cuatro albergues y muchos, muchos peregrinos. He intentado alojarme en tres pensiones, pero el precio me parecía desorbitado. 45 Eur/noche en habitación individual con baño compartido. Un atraco. Tras estos intentos de robo, he ido al primer albergue privado que he visto y me he topado con el cartel de completo. Qué raro. El hospitalero me ha dicho que fuera al albergue "Porta do Santiago". Precisamente había pasado por delante pero la cola de gente me había hecho declinar esta posibilidad. Así que vuelta al albergue y ha sonado la flauta. Es un albergue que conserva el riguroso orden de llegada, por lo que no valen las reservas. Y si a eso le añadimos que no importa que seas bicigrino mejor que mejor. He entrado en la penúltima cama. Un albergue moderno, instalaciones nuevas, cómodo, limpio y tranquilo, con un hilo musical de música relajante. 10 Eur, sin cocina, pero con un comedor.
Duchacho y aseado hoy me he dado el homenaje del buen pulpo que mi cuñada Rita tanto me insistía y me he ventilado un plato de callos. Como se nota que no tenía que coger la bici por la tarde...!!!! Que se entere el vecino de abajo como van a carburar esos callos esta noche!!!




Así que así estoy, a las puertas de Santiago, esperando para mañana plantarme en una horita y media en la plaza y ver a mi mujer y a mi hija. Al otro lado de la litera una guiri habla con su iphone en videoconferencia con alguien guiri también (Como molan los iphones, no? Eso se puede hacer??)
Mañana más. Un beso a todos. Gracias por seguirme.

Etapa 5: El Camino sin fin


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sábado, 13 de agosto de 2011

Resumen Etapa 4: O Cádavo - Sobrado dos Monxes

Kms Etapa: 88,40
Kms Total: 287,58
Tiempo Mov: 6h 49min
Tiempo Parado: 2h 04min (en realidad hay que sumar 1h más)
Vel Max: 47,2
Media Mov: 12,9
Media Total: 9,9 (en realidad sería menor)

Hoy ha sido el día del recogimiento. De la espiritualidad. De la paz. Pero duro, ¿eh?.

Amanecía en O Cádavo con un día tranquilo, fresco, pero despejado. Me he levantado positivo. Necesitaba un día bueno. Necesitaba un día tranquilo, sin subidas extremas, sin rompepiernas. Y aunque no ha sido del todo así, debo reconocer que la jornada ha sido placentera.

Hacía frío. A las 0800h, con mi chubasquero (que ya tiene vida propia) enfundado he descendido ligeramente para acometer la primera de las subidas del día. Ayer ya os dije que casualmente cada vez que inicio una etapa me espera nada más salir una subida rompedora. Lo odio. Al final no ha sido muy larga, pero lo suficiente para que me hicera "romper aguas". Era el Alto de Vaqueriza. Una tachuelilla en otras circunstancias, pero con mis maltrechas piernas y sus constantes calambres me ha costado horrores. Ahora bien, ha sido coronar y empezar a disfrutar. A partir del alto se inicia un descenso vertiginoso y largo, y con la velocidad me he metido en una zona de niebla en la que era complicado hasta divisar a los patigrinos. Era una gozada (aunque hacía un poco de frío) ver como caían los kilómetros sin tener que pedalear. Que gusto, de verdad. El Camino alternaba corredoiras (esos caminos entre muros de piedra que separan las fincas), pistas, asfalto y alguna trialera. Ideal para ir en bicicleta. Mucho patigrino. Demasiado. No es que me molesten, ojo, pero es que al no llevar timbre me tengo que poner detrás y no me oyen, y al verme se asustan. Es un poco raro. A veces digo "Buenos Días" cuando estoy a veinte metros. Pero siempre me toca frenar.

Con la velocidad y un poco entumecido por la niebla me he plantado en Lugo a las 10.00h. Aun no habían puesto las calles. Una vuelta por las Murallas (por cierto muy guapas!), y me he acercado al Albergue, porque tenía un runrun desde ayer. No quería enlazar con el camino Francés tan pronto, y en la web del bicigrino vi que un chico (que ahora no me acuerdo del nick) puso que el había hecho una variante desde Lugo a Sobrado dos Monxes (Camino del Norte). Quería preguntar en el Albergue, pero no ha podido ser. Con éstas, me he acercado a la Catedral a sellar. Nada más llegar ha aparecido la guardesa, y después de plantarme el sello, sin ni preguntarme si me apetecía, me ha dicho que la acompañara. Y como quien no quiere la cosa, la bendita mujer se ha puesto a explicarme, cual guía turística, todos y cada uno de los recovecos de la Catedral. Alucinante. Hasta me ha acompañado a fuera para ayudarme a atar la bici a un barrote porque la visita se alargaba... Imaginad si tenía interés en explicarme cada uno de los secretos de la basílica. Debo reconocer que no le hago ascos nunca a una explicación, y menos si es una visita guiada por un templo o ruinas. Pero la visita me ha tomado nada más y nada menos que una hora y media, aun a pesar que le insistía a la buena señora que tenía un poco de prisa, que me quedaban unos 55 km aun y eran las 1130h!!

Y así fue, que saliendo de la Catedral y después de haberse levantado aquella niebla londinense, me decido a acometer el enlace Camino Primitivo - Camino del Norte. Quería olvidarme de tanta aglomeración, por un lado, y por el otro quería ver el Camino del Norte. Quería sentirlo. Y no había mejor enlace: Sobrado dos Monxes. Había visto crónicas de Tomás (Bicigrino) en las que se había quedado a dormir en el Monasterio, porque el albergue lo ocupa parte del edificio. Así que con mi GPS dispuesto de la noche anterior, con las rutas bajadas de internet, me pongo a salir de Lugo, olvidándome del camino y empezando a seguir las flechas verdes con las que está este tramo señalizado (un poco deficientemente, pero sí señalizado). Si queréis hacerlo creo que es mejor que llevéis el GPS porque a mi me ha salvado más de una vez de alguna colada...Las flechas verdes están un poco ocultas para la velocidad de la bicicleta.

La salida de Lugo se hace por una pista de caminantes paralela al río. Para ir en bici es un poco complicado, porque está lleno de pasarelas de madera con escalones y es muy estrecha (a veces no me cabían las alforjas) pero creo que dura máximo unos 2km. Ahora bien, las vistas del río y alguno que otro salto de agua valen la pena. A partir de ahi, el disfrute. La paz. La tranquilidad. Ni un peregrino. Ni una persona. Nadie. El sonido de algun grajo negruzco rompía la tranquilidad, a veces, reconozco, preocupante. Aun a pesar de varios puntos en los que me he tenido que bajar de la bicicleta (no por la dureza, sino por mi cansancio, lo reconozco) los kilómetros iban cayendo, aunque el sol apretaba ya sobre mi cabeza.

En un momento en el que me empezaba a escasear el agua, me he parado en la sombra de un árbol y de repente ha aparecido un señor que me ha ofrecido su agua fresca del pozo. Que bueno. A veces algo tan insignificante como un vaso de agua que importancia le podemos dar. Allí he estado charlando un rato con este matrimonio de Barcelona que pasa los veranos en Lugo, y tras beber y refrescarme, comer cuatro nueces y un plátano, he seguido mi ruta hasta Friol. Insisto que es una ruta recomendable para aquél que no quiera enlazar con el Francés tan pronto. Se da un poco de vuelta pero vale la pena.

En Friol necesitaba un descanso. Me he parado en un bar a comer y me he trincado una ensalada y un entrecot, cuya mitad he tenido que dejar puesto que me faltaban aun 30 km y el hostelero me ha puesto media vaca. Menudo bicho. A las 1530h, después de recibir un empujón de mi mujer y de mi hija, he vuelto a subirme a la bicicleta para acometer el último tramo. En este trecho destaco un puerto cuyo nombre no me acuerdo pero que me ha hecho sudar de lo lindo. He tenido que pasar por alguna finca abriendo y cerrando cancelas, cosa que me ha recordado la vía de la Plata del año pasado, cuando lo hacíamos tantas veces. Aunque mi hermano lo dude (aunque lo dice con la boca chica), debo aseguraros que hoy no he tocado carretera (más que la que evidentemente pasa el camino, y se trata de alguna secundaria que casi no sale en los mapas) y por eso he tardado tanto en llegar.

Y así, lentamente, con ritmo pesado pero tranquilo me he dejado caer a Sobrado dos Monxes. Hoy he cantado. A veces me creía loco por ir hablando solo. Debe ser tantos días sin hablar con nadie durante largo rato. No sé...He empezado a ver las conchas que me indicaban que ya estaba en el camino del Norte y me he estremecido. Son muchas cosas las que me vinculan con este camino. Mi mujer, mi primer proyecto de camino y que con tanta ilusión había preparado y que luego por otros motivos rechacé....(eh, que no me arrepiento, que la Vía de la Plata fue espectacular!).

A lo lejos el Monasterio. Y de repente, en su puerta. La figura de un monje cuyo semblante era exactamente igual al de José Mota encarnando el Tío de la Vara me ha recibido con un "Sigues o te quedas?". Dios, si hay plaza, por favor! Pues claro! Me han indicado mi camastro y hasta me ha hecho ilusión sacar mi saco y mi funda de almohada! Me he sentido pilgrim!! A las 1900h he acompañado a los monjes en sus Vísperas cantadas. Lo he hecho por Garcich, que sé que le hubiera gustado. Y aunque inicialmente no me entusiasmaba la idea debo reconocer que me he emocionado. Son muchas cosas las que estoy viviendo, así que 20 monjes cantando pueden hacer que aflore algun sentimiento.

Hoy no he hecho fotos. No me apetecía. Era el día para mi, pero os prometo que mañana será jornada dominical en la que habrá muchas. Me quedan unos 60km aproximadamente que voy a dosificar para llegar a Santiago menos cansado. Me quedan dos etapas para disfrutar, como hoy, de este Camino tan particular que estoy haciendo.

Un abrazo a todos. Gracias por ese aliento que me acompaña y que sin él, os aseguro que ya habría tirado la toalla. Porque han habido momentos en los que os aseguro que lo hubiera hecho.

Hasta mañana.

Etapa 4: A las puertas de Lugo


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viernes, 12 de agosto de 2011

Resumen Etapa 3: Grandas de Salime - O Cávado (Beira)

Kms Etapa: 50,80
Kms Total: 199,18
Tiempo Mov: 5h 31min
Tiempo Parado: 3h 00min
Vel Max: 53,1
Media Mov: 9,2
Media Total: 5,9

Amanecía en Grandas y acompasado con las campanadas que señalaban las 0800h enfilaba las primeras cuestas dirección el Acebo. Esta etapa pretendía ser de transición, y como quiera que ayer realicé un sobreesfuerzo, quería que se convirtiera en una etapa-descanso. Cuan equivocado estaba.

La salida desde Grandas es, como todas las salidas que recuerdo, en cuesta. Con los músculos aun fríos y aletargados, enfilé una cuesta hacia la carretera. A lo lejos, el Puerto del Acebo, límite natural entre las províncias de Asturias y Lugo. Hoy me reecontraba con el Camino, después del abuso de asfalto de ayer por culpa de la aglomeración peregrina. Desde el principio he abandonado la carretera, internándome en una pista ciclable de constante pero suave ascenso. La vista era espectacular.



Atravesé Xuntacasa y Cereixeira y disfrutaba con cada pedalada, intentando no dar más de la que necesitaba el paso. Subía piñones, no quería esfuerzos. Quería disfrutar. No tenía prisa. Más adelante cruzaba Malneira y San Julián, y finalmente ascendía hasta Castro, donde parece ser que hay unas ruinas o eso he querido ver.

Hasta Peñafonte el camino es ciclable practicamente todo. Ahora bien, mis ganas de reencontrarme con el camino y el cansancio que llevo acumulado me han pasado factura. La salida de Peñafonte por camino hacia el Acebo es muy empinada, muy complicada, muy poco ciclable. Ha tocado empujar la bicicleta muchos tramos. Durante un tramo por debajo de los aerogeneradores he tardado de lo lindo en coronar. En una de mis guías decía que el último trozo era por carretera. Mentira. Si quieres todo lo puedes hacer por camino. Y si llevas la bici, pues tendrás que arrastrarla.

No sé cuanto habré estado subiendo, pero se me ha hecho eterno. A medio camino me he econtrado con un patigrino cuyo olor me ha hecho avertir que efectivamente llevaba 15 días caminando como luego me ha asegurado. Un tipo raro, pero simpático. De lo que me ha explicado he deducido que siempre tenía que abandonar los caminos sin acabar por diversos problemas, y luego los retoma al año siguiente. Al fin, en lo alto, una americana me ha preguntado si estabamos en Galicia. Me apetecía decirle que estábamos en la Luna, que si no se había dado cuenta. Pero no le he dicho nada. En el fondo, soy un romántico. Después, una bajada muy divertida donde he tenido que parar a recomponer las alforjas (cosa que mis amigos eskinas, juandi, pulga, chino y mi hermano sam saben de que se trata) y donde he atrapado a un grupo de catalanes cachondos-viejunos a pie que hacen el camino a su manera con coche de apoyo. He estado un rato charlando con ellos, y en estas he llegado a O Acebo, que o es un pueblo, o es un bar, tal y como sale en la foto. Un bar en medio de la nada.



El camino continuaba subiendo, y como no tenía prisa, no tenía tentaciones de tirar por carretera. Insisto, esta etapa hay que tirar de empujing. Y hay que hacerlo bastante.



Después de un descenso bastante fuerte en el que creo que he acabado de quemar los frenos me he parado en una ermita (que luego he visto que era de Santa Bárbara) a desayunar. Entre tanto han aparecido los catalanes, a quienes adelantaría más adelante antes de llegar a A Fonsagrada, que se han quedado flipando de como me estaba ventilando un fuet d'espunya, fuet d'Olot, entre pecho y espalda.




Bastante cansado, por no decir MUY cansado, he llegado a Fonsagrada. Eran cerca de las 1300h. Incluso me he planteado de hacer noche. Pero después de comprar alguna vianda he decido seguir por Camino hasta Padrón, donde, por cierto, no he visto ninguna plantación de pimientos.




El camino se ha tornado otra vez bonito, entre las sombras de los pinos era bastante agradable ir en bicicleta. Lástima que al tomar el Camiño do Calvario la cosa fue como siempre en estas tierras: rompepiernas, sube y baja, rompepiernas, ah, que ya las tengo rotas. Entonces el ritmo seguía siendo penoso, pero seguía sin tener prisa. Nuevamente empezaba otro ascenso bastante duro donde que he tenido que descabalgar en varias ocasiones, y entre tanto, he conocido a otro patigrino que se había levantado a las 0400h para hacer exactamente la misma etapa que yo hoy. No me quiero imaginar como habrá llegado el pobre. Coronaba el Alto de Montouto (ruinas que aparecen en la foto de más abajo) y me preparaba para realizar el descenso que hasta el momento es el más guapo de todo el camino.




De 1000m he bajado a 700m por una trialera muy guapa, entre árboles y sombras, con unas vistas impresionantes (he perdido el bidón). De la nada ha aparecido una Casa Mesón, al llegar a Paradavella, habilitada para peregrinos. Un bar que sólo puede y tiene que vivir de los peregrinos, porque está al lado del camino y lejos de la carretera. No he podido evitar tomarme un bocadillo de tortilla y una cerveza y descansar a una sombra mientras hablaba con el propietario. La llegada del patigrino que había dejado atrás antes de coronar Montouto me ha hecho ver que realmente el ritmo de hoy era pésimo. Me he despedido mientras este chico se trincaba dos cervezas de golpe, no sin antes preguntar al propietario qué quedaba de camino. La experiencia me dice que nunca os fieis de un gallego. Me ha asegurado que desde Paradevella hasta A Lastra por camino era factible sin ningún tipo de problema. Menuda fula (como dirías Laura). Este tramo ha sido horrible. Lo único que salva el tramo Paradavella - A Lastra por camino es que se hace con sombra, que si lo haces por carretera te chupas el sol. Ahora bien, en Galicia, ¿realmente es tan importante?. En cualquier caso, aquellos que queráis hacer el camino en bicicleta haced caso de las guías (que a mi me avisaban de que no lo hiciera) y no hagáis por camino el tramo Paradavella-A Lastra. El camino está impracticable, y he tenido que tirar de la bicicleta todo el tramo, a veces incluso parando cada diez pasos porque no podía más. Para que os hagáis una idea, tengo ampollas en los pies. Un bicigrino con ampollas en los pies. Impresionante.

Como estaba tan cansado y hacía tanto calor no me he atrevido a acometer el Alto de la Fontaneira por camino. La guía me aseguraba una subida muy fuerte y yo ya no podía ni con mi alma. Me he arrastrado por carretera como he podido y tras coronar, he recuperado el camino para alcanzar el Alto de la Matanza.




Tras este alto, la bajada literalmente me ha colocado en O Cádavo, en cuyo albergue rezaba un cartel de "Completo". Mi tercer día y mi tercera decepción. Lo cierto es que hay muchos peregrinos en este camino. Muchos. Y no hay infraestructura para acogerlos. Como un alma en pena me he topado con la propietaria de la pensión Eligio y me he quedado en la última habitación que quedaba. A medida que nos acercamos a Santiago los precios suben y las prestaciones de las habitaciones bajan. Hoy 20 Eur en una habitación sin televisión y sin baño. Realmente me parece un poco caro. Pero es lo que hay. Y el Camino es un negocio para muchos. Es el Negocio.

Casualmente está O Cádavo en fiestas, así que no dudeis que esta noche me voy a ir a pegar unos bailes.

Un abrazo a todos.

Etapa 3: Con el calor que hace esto no es nada!


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Etapa 3: Esto no tiene fin!


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Etapa 3: Ruinas del Hospital de Montouto


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jueves, 11 de agosto de 2011

Resumen Etapa 2: La Espina - Grandas de Salime

Kms Etapa: 87,18
Kms Total: 148,38
Tiempo Mov: 7h 08min
Tiempo Parado: 2h 50min
Vel Max: 58,1
Media Mov: 12,2
Media Total: 8,7

Ayer despedía mi crónica esperando una señal para decidir si hacía la ruta de los hospitales o me desviaba hasta Pola de Allande. Y no ha habido una señal. Han habido varias.

Pertrechado en mi culotte y maillote, y después de embadurnarme de crema solar para evitar quemaduras, a las 0730h salía de la Pensión Vista La Espina a recoger mi bicicleta, que había quedado guardada en una especie de jaula de bombonas de butano. El orbayo asturiano me ha dado los buenos días nada más salir por la puerta. Me he quedado impactado. Me dormí con la previsión del tiempo en la que en nigún caso se esperaba lluvia. En ninguno. Pero estamos en Asturias, y el tiempo asturiano "ye así". El cielo se había desplomado y una densa niebla impedía ver más allá de veinte metros. Sin duda, esta era la primera señal. Mi intención de pasar por los hospitales tenía como condición sine quan non la de que hubiera buen tiempo. Y alguien se había empeñado en hacerme entender que con esa visibilidad casi nula era imposible acometer la ruta de los hospitales. Seguramente ese alguien velaba por mi, por mi salud, por mis fuerzas, y veía que intentar cruzar esas agrestes montañas con la bicicleta era un riesgo innecesario. De ahí que se inventara la lluvia.

Reconoczco que era la primera vez que inciaba una ruta con lluvia. Incluso he de reconocer con un poco de rubor que he estrenado el chubasquero de la cesta. Enfundado en mi chaqueta y con el casco puesto (al presagiar alguna posible caída) he iniciado la etapa. Ayer por la noche, mientras preparaba el trayecto de hoy, me impacto que en la guía que estoy usando rezara textualmente "Salimos de La Espina y nos preparamos para acometer una etapa de extrema dureza". El calificativo "extrema" es, cuanto menos, preocupante. Pero lo cierto es que ahora pienso que efectivamente tiene toda la razón.



Los primeros kilómetros de la etapa han sido penosos. Por primera vez ha aparecido el barro en las pistas. Digo barro por no decir mierda. Perdonad la expresión, pero es literal. Mierda de vaca. Las pistas por donde discurre el Camino son veredas por donde el ganado vacuno circula de una finca a otra. Y mientras circulan, evacúan. Y esa caquita resbala la de Dios es Cristo. Y no hay cosa peor que caerse en una caca de vaca. Estoy seguro de que más de uno espera que de mi relato os cuente que me he caido en una caca de vaca. Siento defraudaros. No me he caído. Pero casi.

Nada más salir, el terreno desde La Espina se empina hasta la ermita de San Vicente. A esto le debemos añadir la dificultad de la lluvia y el barro. Mis pedaladas eran lentas, penosas, insisto. He pasado la ermita del Cristo de los Afligidos en La Pereda y luego un sube y baja típico de este terreno. Hasta ahí aun aguantaba. Reconozco que ya había puesto el pie en el suelo varias veces para evitar tener que explicaros que me había caído en una caca de vaca. Las cuestas se convertian en resbaladizas trampas, porque las piedras húmedas no permitían pedalear ni con el plato pequeño.




Ha sido duro. Mas allá de diez metros esa permanente pared blanca. Los patigrinos que me iba encontrando aparecían de la nada. Se asustaban por mi presencia aparecida de golpe, alguno hasta ha mascullado que creía que era una vaca (joer, si apenas como...o sera por los cuernos de mi buey?). El terreno continuaba subiendo. Despues de pasar por una vaguada eterna y de evitar varios pastizales, cruzar algun que otro riachuelo he llegado a Tineo. Digo que he llegado porque no lo he visto.




El Camino entra por el barrio de Cimadevilla, o lo que es lo mismo, como una especie de variante desde arriba que me ha impedido disfrutar del paisaje. No he parado a sellar. Era un gasto de fuerzas bajar y volver a recuperar el camino. La salida de Tineo es otro contínuo tobogan ascendente. A todo esto, no veía nada.



Cuando ya estaba harto de tanto subir, ha aparecido de entre la niebla una muchacha, de semblante fantasmagórico, sentada en el suelo. La verdad, es que me he asustado un poco. No se veía absolutamente nada más allá de 10 metros, y ahí estaba, sentada, con su mochila al lado, leyendo un libro. Me he parado y le he preguntado si estaba bien. "Si, claro", me ha espetado con una tranquilidad pasmosa. Como si fuera tan normal estar sentado en el Alto de la Guardia. Hacía frío. "El tiempo en Asturias es así, pero no te preocupes, esta tarde levantará". Por un momento, pensaba que se estaba quedando conmigo. Para mi, era prácticamente imposible que tan cerrado como estaba pudiera levantar. Hay veces que amanece en Asturias así y puede estar tres o cuatro días sin ver el sol. Me he despedido y la he dejado leyendo, con su sonrisa espectral. El camino ha empezado a descender, cosa que he agradecido muchísimo, aunque era muy deslizante. Tras este descenso, otro ascenso más, hasta el Alto de Puliares. La misma tónica. Niebla, orbayo, y más niebla. Tras un nuevo corto descenso me he topado con el tercero de la mañana: Alto de Piedratecha. Estaba realmente cansado. Los kilómetros no avanzaban. Llebava práctiamente tres horas y aun no había hecho 25km. Estaba hambriento. En el cruce del Monasterio de Santa Maria Real de Obona, he decidido ir a verlo. Ahi me he hecho unas fotos y he almorzado mi plátano, mi nectarina y unas avellanas que compré ayer.



Vuelta a la bicicleta, y tras otro sube y baja, pasar por Villaluz, Vega del Rey y Berrugosos por carretera, hasta que he llegado a Campiello, donde no he podido pasar sin tomarme algo caliente. Este último tramo es asfaltado, por carretera secundaria, pero realmente lo he agradecido. Necesitaba sentir que las pedaladas avanzaban. En Casa Herminia me he tomado una empanada de manzana y un cafe bien caliente. La humedad calaba todo mi cuerpo. Mención especial a esta Herminia, para los que tengáis que pasar próximamente: Un encanto de mujer, preocupada porque estuviera servido desde el primer momento. Después del almuerzo he seguido por asfalto hasta un desvío que te hace subir hasta Borres. Un poco más adelante se econtraba el desvío de la ruta de los hospitales.



La visibilidad era prácticamente nula. La señal era clara: no debía adentrarme en esta ruta. Hoy no tocaba. No he querido desafiar los designios de mi destino, así que resignado me he precipitado por la ruta indicada. Nuevamente he iniciado el ascenso, yo que pensaba que todo iba de bajada, hasta llegar al Alto de Porciles (770m). Tras coronar este alto por un carretera (en realidad es un camino, puesto que han levantado todo el asfalto y aun no ha puesto aglomerado), y tras pasar Porciles, he recuperado el camino después del Bar Boto, a la izquierda. Aquí he vuelto a ver otra señal. He cometido una equivocación que me ha hecho malgastar muchas fuerzas. El camino durante este trayecto juguetea con la carretera de forma ilógica. Baja de la carretera para volver a subir unos metros más adelante. La equivocación se ha materializado en una escalera que he debido subir desmontando las alforjas, para subirlas primero y luego subir la bicicleta. Ha sido un tramo muy cansino. He recuperado la carretera (el camino, vaya) con la lección aprendida, pero continuaba subiendo.



Ya no podía más. Un trabajador de las obras me daba ánimos para coronorar otro alto más, el Alto de Lavadoira (815m). Y yo que pensaba que bajar hasta Pola era eso, bajar. A partir de este alto durante 5km aproximadamente se desciende hasta Pola de Allande. Eran entonces las 1330h. Mala hora para acometer el Puerto del Palo (1148m). El sol ha aparecido de golpe, y han desaparecido absolutamente todas las nubes. En ese momento me he acordado de aquella chica que hacía del hombre del tiempo...

Después de descasar un poco y charlar con mi hermano por teléfono de los contrastes meteorológicos en estos viajes, y tras sellar la credencial en la Oficina de Turismo y comprar líquido bastante, me he puesto a atacar el Puerto del Palo. 12 Km de un ascenso contínuo desde los 500m hasta los 1100m. Eran las 1400h y el sol abrasaba. Me han adelantado dos jovenzuelos en el km 6 con sus rockrider del Decatlhon, y no he podido hacer más que bajar la cabeza. Bueno, luego a uno le ha dado una pajarraca y le he vuelto a adelantar, pero a su compañero solo le he visto en el alto. El puerto del Palo por carretera es llevadero, pero muy constante. Se hace un poco largo. Es poco recomendable hacerlo por camino, sus rampas son impracticables si llevas alforjas.











A las 1600 me disponía a iniciar el descenso hasta Berduceo. Quería hacer noche allí, porque estaba realmente cansado. He preferido hacerlo por carretera, porque me he asomado al camino y con las alforjas hubiera sido una locura. la bajada es paralela a la línea de alta tensión. No hay frenos que hubieran parado las toneladas que llevo yo detrás de la bici.

En Berduceo a las 1630h. Hay dos albergues. Uno privado y uno del Ayuntamiento. Tal y como he visto el panorama de patigrinos durante el día, directamente he ido al privado. Lleno. Y lleno el público. Y lleno el de la Mesa, unos 5km más adelante. Un patigrino con el he estado hablando me decía que la dueña del albergue también ofrecía habitaciones por 30Eur. Me parece un atraco. Pero es más. El precio del privado es 15 eur. Es una litera comunitaria, en una habitación donde hay 15 personas, con baño común. Me ha parecido un poco atraco, máxime si tenemos en cuenta que ayer pagué 15 eur en una habitación exclusiva para mi. Estas cosas no se deberían permitir. Por tanto, los que vayáis a hacer el camino, contad con que el albergue privado de Berduceo es un pelín caro para lo que ofrece, que no es más que lo que ofrece un público.

Con un sol abrasador, con mis piernas pidiendo descanso y con pocas ganas de coger la bicicleta, me he precipitado (literalmente) por carretera hasta Salime. No sabía más que había 26km, pero no si bajaban o subían. El destino me ha echado un cable y los primeros 20 km eran de bajada. Ha sido un placer, disfrutando de aquellas maravillosas vistas, de la Asturias profunda, de la Asturias salvaje, de la que pocos conocen. Mi bicicleta me pedía el plato grande, y sin muchos esfuerzos me plantaba en la presa de Salime a las 1700h. Mi decepción se traducía en dolor cuando los último 5km eran una subida hasta Grandas de Salime.



He sufrido mucho y creo que nunca 5km se me habían hecho tan largos. Estab tan cansado que sólo buscaba un letrero de pensión, hostal. Sabía que el albergue también estaría completo. Y así era. Yo ya no podía pedalear ni un kilómetro más.

Finalmente, en la Pensión A Reigada me han dejado una habitación por 18Eur (con baño comunitario). Pero si hacemos balance con el albergue privado de Berduceo, en el que te cobran 15 eur sin toallas, sin sábanas, sin exclusividad en la habitación, sigo pensando que hay algo que falla.

Me han dejado lavar la bicicleta, que estaba llena de cucho (mierda, para los no astur-leoneses) y la he dejado bien engrasadita. He comprado el desayuno de mañana y aquí estoy, listo para cenar como un señor.

Mañana tendré que reconfigurar la etapa. Estos 25km de más harán que se pueda flexibilizar la etapa, porque sí o sí, tengo que llegar a Santiago el lunes.

Gracias a todos por estar ahí. A mi chupi y a mi chupilina, que dice por teléfono que voy en bicicleta. Y a ese Garcich que vive en Gran Hermano Santiaguero. Y a todos esos que aguantáis estos tochos que os envío.

Un abrazo a todos. Mañana más.

Etapa 2: Parada en Pola de Allande. Al puerto del Palo.


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Etapa 2: Alto en Sta. Maria la Real de Obona


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miércoles, 10 de agosto de 2011

Resumen Etapa 1: Oviedo - La Espina

Kms Etapa: 61,20
Kms Total: 61,20
Tiempo Mov: 6h 36min
Tiempo Parado: 1h 28min
Vel Max: 43,3
Media Mov: 9,3
Media Total: 7,6

El despertador sonó y sentí un escalofrío. No había dormido bien durante la noche, por lo que cuando me quedé traspuesto la música del móvil me devolvió bruscamente a la realidad. Me apetecía estar un rato más en la cama con Laura. Me apetecía volver a cerrar los ojos y olvidarme de esto. Me apetecía esconderme debajo de las sábanas y hacer como que no iba conmigo la cosa. Seguramente si no hubiera sido que había anunciado el camino a bombo y platillo, igual lo hubiera hecho.

De un salto me vestí. Laura ya me había preparado el desayuno. Inicialmente me tenía que acompañar hasta la Catedral para alentarme en mi salida pero el fresco mañanero hizo que yo reconsiderara esta opción. Bajo a despedirme. Lo hubiera hecho. Me hubiera acompañado hasta la Catedral, pero no quise.

A las 0800h Oviedo aun dormitaba. Las calles eran un reflejo de lo que fueron de noche, y el silencio solo se quebrantaba por las mangueras a presión de los limpadores. La plaza de la Catedral estaba desierta.



Sentí una sensación un tanto rara. Cuántas veces había pasado por esta plaza y por sus calles, y ahora, lentamente me despedía con la bicicleta cargada. Y digo cargada porque va muy cargada. Apenas puedo levantar la parte de atrás, del peso que llevan las alforjas. Debo llevar unos dos o tres kilos más que el año pasado y se nota. El portátil, ropa de invierno que el año pasado no llevaba y más herramientas. Todo suma. Y pasa factura.

La salida de Oviedo es un poco tortuosa. Las conchitas a veces no se ven desde la bicicleta. Tienes que tirar de acera y de direcciones prohibidas. Debo reconocer que me ha sacado el GPS, más que las conchitas. A partir de la Florida, una vez pasada la pasarela de la FEVE, el terreno inicia un suave ascenso. Entonces amanecía y era posible divisar Oviedo desde una altura mayor. Es espectacular. Los que no hayáis estado en Asturias debéis venir porque es impresionante. Las tonalidades de verde y de fondo Oviedo encandilan. Encandilado estaba, pero los piñones cada vez tenían que ser más altos. El terreno en Asturias es un continuo tobogan. No da tregua. De Oviedo en ascenso hasta San Lázaro Paniceres, Lampaxúa, Loriana y La Bolguina, pueblos humildes cargados de encanto.



En Puente de Gallegos el terreno ya empezaba a ponerse de punta hasta el alto del Escamplero. Una tachuelilla que se hubiera quedado en anecdótica si no fuera por el tute del día. Hasta ahí llevaba unos 11 - 12 km y pensaba que no era tan duro, porque aun no había puesto pie en el suelo. Aun así, el terreno sobre el que pisaba no es pista. Ya no me extrañaba porque el año pasado este tipo de trialeras/pedregales ya los había pisado en el tramo gallego de la Vía de la Plata. Aun así, no es facil manejar pesadas alforjas entre tanta piedra, por lo que tiraba mucho de freno. Después del Escamplero el terreno se suavizaba y volvía a disfrutar de los espléndidos paisajes. El primer susto del día me lo llevaba cuando de repente los frenos traseros empezaron a no responder. 'Ya empezamos', me dije. Apretaba hasta el fondo y no había manera. No frenaba. Intentaba purgarlos, cuando de repente me doy cuenta que la rueda trasera se me estaba saliendo del eje. Por eso no frenaba. Las alforjas, al moverse, rozaban la llave de la rueda y la han acabado aflojando. Nada. Una parada técnica y todo listo.



No hacía más que encontrarme peregrinos. Desde el minuto uno ya me he imaginado que tendría problemas con el alojamiento. Son muchos. En 10 km he visto más que en todo el camino el año pasado. Y es sólo el principio. Entre estas me he plantado en Grado (25 km) a las 10 de la mañana. Había mercado, así que he disfrutado paseando arrastrando la bicicleta por el centro del pueblo. En el Ayuntamiento me han sellado y después de almorzar en un baretillo, a subir hasta San Juan de Villapañada y luego el alto del Fresno. Ahi he parado en la ermita, dondo los bicigrinos hicieron el homenaje a aquel angelito llamado Marta y por el que plantaron un árbol. Allí he depositado mis piedras y mis deseos por este camino.





A partir de aquí el terreno se ha hecho más duro. El calor apretaba más y yo ya empezaba a estar cansado. Al poco he llegado a Cornellana, y el terreno ya se ha puesto más cuesta arriba.





Cada poco que me econtraba con peregrinos me bajaba de la bici y hablaba con ellos. Cada uno tenía su historia. Prácticamente todos con los que he hablado (y he entendido, porque algun intento se ha quedado en 'buen camino' y santas pascuas, que si vienes a hacer el camino y no dices ni papa, no ya de catalán, que lo puedo entender aunque me pueda molestar, sino de español, pues te mereces un 'buen camino' y a seguir andando) habían salido de Oviedo. Pasado Llamas y Quintana, cruzado el puente de Casazorrina (Laura, lo siento, no le hecho una foto porque me daba tanta pereza bajarme de la bicicleta que confiaba que me creerías. Realmente pensaba que más adelante tendría alguna otra oportunidad) he llegado a Salas a las 1300h. Estaba muy cansado. Me dolía la cabeza y tenía dolor de garganta (esas dolorosas anginas que Eskinas ya conoce) por lo que he decidido quedarme a comer. Me quedaban aun 10 km hasta Bodenaya, pero antes tenía que sellar y cargar las pilas en Casa Pachón. Muy recomendable para los que vais a hacer esta ruta próximamente. Tres platos, bebida, postre y café por 9 Euros. [modo astur on] Fartuquéme tanto que salióme la comida por les orelles oh! [modo astur off]. Mientras cargaba los bidones de agua me he sentado en un banco y un lugareño me ha dado buenos consejos y me advertía de la de gente que había pasado estos días. Eso me hacía augurar que iba a dormir en el albergue de Bodenaya en una próxima vida. Y efectivamente así ha sido. Después de ascender el puerto por camino desde Salas y pasando un calor infernal me he arrastrado como he podido con la bicicleta durante 10 km. A veces con el molinillo, a veces molidín. Esperaba llegar y que el hospitalero me dijera que quedaba una plaza y lo que me ha dicho es que fuera tirando que no había hueco ni para sentarme. Al cabo de un kilómetro y tras ver un cartel que ponía habitaciones, me he aventurado a preguntar a un humilde posadero que si había cobijo para una bicicleta y un hombre. Previo pago de 15 meuros me he alojado en su posada, por decir algo. En tiempos de guerra, cualquier agujero es trinchera. Quitando el sentido sexual que Pulga le daría a esta frase, lo cierto es que no voy a hacerle ascos a una habitación después del tute que me he metido. Tras de mí ha llegado una familia y se ha puesto a negociar con el posadero el precio de la habitación. Exigía que bajara el precio porque no iban a usar las sábanas, porque llevaban saco de dormir. Me ha parecido un poco cutre. Pero bueno, cada cual tiene su presupuesto. Cada cual hace su Camino y yo en eso no me voy a meter. Para los que estén interesados en este plan B en La Espina, deciros que no está mal, está en la carretera de La Espina, a unos 1000 m del albergue de Bodenaya. Queda a la derecha. No es un palacete, ya os aviso, pero depende de lo cansado que llegas estoy seguro que tu opinión puede variar. Otra opción es un poco más adelante, en el Bar Dakar. Tiene igual pinta que el otro. También hay un Hotel, pero no sé como será.

Duchado y perfumado me he ido a visitar este humilde pueblo que no tiene mucho más que dos bares y alguna molesta mosca. Compraré víveres para mañana y Dios dirá si mañana hago la ruta por Hospitales o me bajo hasta Pola de Allande para subir el Puerto del Palo por carretera. El tiempo dice que tendría que subir por Hospitales. Espero una señal.


Gracias a todos los que me seguís y por esos ánimos que son como empujones en las duras rampas. Sé que habéis hechado de menos alguna foto. Mañana sin falta enviaré alguna, que hoy no sabía la dirección de correo y no podía mirarlo si no era con el portatil.

Fins demà!

martes, 9 de agosto de 2011

Etapa 0: Girona - Oviedo

Las vacaciones menorquinas se acababan y a las dos de la mañana cargábamos el coche con los bártulos, las maletas, las alforjas y la bicicleta. Era una prueba montar la bici en el portabicis y llevarla 1000 km. A veces por el retrovisor me daba la impresión que la bicicleta iba a saltar de un momento a otro. Otras veces notaba que ni se movía. Ha sido raro ver todo el rato la bici en la parte de atrás del coche...la compi de viaje...

A las 1200 llegábamos a Oviedo después de un duro viaje. El sueño nos ha pasado factura. La bicicleta (un poco sucia) en el parking y las alforjas cerradas, esperándo ser montadas en el portabultos. Ya tengo la credencial y las ganas de empezar metidas en el bolsillo. Falta esperar que el tiempo no me juegue malas pasadas e intentar subir por la ruta de Hospitales, pero sin obsesionarme, que ya he leído lo dura que puede ser esa etapa con niebla o mal tiempo.

Mañana perararé la bicicleta y dejaré lista la ropa. No sé si a las 0800 estará la Catedral abierta el miércoles, por lo que si veo que no es factible, subiré a sellar mañana. Me apetece tener el sello de la Catedral de Oviedo, la que vio como me casaba hace ya cuatro años...pero vamos, es sólo un gustito...

Este año espero que las crónicas sean más extensas y menos penosas. Laura me ha dejado su netbook, por lo que si todo va bien las redactaré más rápido y podré subir alguna foto. Atrás quedarán las noches en las que tardaba mil años en redactar un parágrafo con el móvil...

En fin, ahi estamos, a punto de salir, a punto de estar rumbo Santiago en camino...

Ultreia et suseia!

sábado, 23 de julio de 2011

Camino de Santiago. La aventura del Camino Primitivo



Hace un año estábamos empaquetando las bicicletas para lanzarnos a una experiencia única. Inolvidable. Para repetir.

Y aquí estoy, nuevamente planteando las alforjas, haciendo la lista y comprobando que no me dejo nada. Esta vez el reto es menor en kilómetros, pero mayor en dureza: El camino de Santiago Primtivo. Oviedo - Santiago de Compostela. Son unos 350km que afrontaré, en principio solo. Bueno, con la bicicleta solo, pero con mis niñas en el corazón.

Va a ser complicado. La logísitca este año ha sido más fácil. Repetir algo que ya has hecho te ahorra tiempo, y la verdad, mucho de lo que ya tenía lo vuelvo a usar. Pero al no llevar compañeros tengo que hacer un ejercicio de simplificación de herramientas, y ¿por qué no? ser un poco más arriesgado. No sé como se comportará el clima. El año pasado recuerdo mucho calor. Este puede ser el año de la lluvia. Véte tu a saber...

La preparación de este año ha sido más regular y no tan de fondo. Espero que el culete tenga efecto memoria y se acuerde de las duras jornadas encima del sillín. Si no, estoy perdido. Doy las gracias a mi mujer, mi talismán y mi tesoro por permitirme esta aventurilla, aunque sé que va a estar más cerca esta vez, y que si me va algo mal en dos horitas me rescatará!

Espero relataros las jornadas como el año pasado. No sé si desde un móvil, una tableta, un pc...el caso es que lo intentaré.

Santiago en camino...v2!